Reactivación económica y retos del sector Salud
La pandemia COVID-19 ha provocado una crisis mundial y es de los mayores desafíos en los últimos años. Luego de más de dos meses de cuarentena y parálisis en diferentes sectores económicos en el Perú, debemos afrontar este reto desarrollando aprendizajes sobre otros países y el nuestro.
El Gobierno aprobó los protocolos necesarios para el reinicio de más de 25 actividades productivas, incluyendo minería, construcción y ramas de la industria y comercio. En el marco de la emergencia sanitaria, el Poder Ejecutivo oficializó un decreto supremo que establece las medidas para asegurar el adecuado desarrollo de ensayos clínicos del COVID-19 y un decreto de urgencia sobre medidas extraordinarias para garantizar el acceso a medicamentos y su adecuado abastecimiento, hecho que felicitamos. El apoyo del Gobierno sumado a los recursos del sector farmacéutico de innovación permitirá lograr avances significativos en el país; para identificar de manera rápida y segura, nuevas tecnologías para tratar el coronavirus y otras enfermedades de alta complejidad.
La salud pública es uno de los pilares de desarrollo social y económico, y el gobierno ha dado pasos que reafirman este camino; desde el sector farmacéutico tenemos el compromiso de garantizar el empleo formal, desarrollando talento y promoviendo la investigación científica como oportunidad competitiva, pues es un claro motor económico, de desarrollo social y sostenible con muchas oportunidades para el país.
Reactivación con Salud
La reactivación económica debe garantizar la inversión en salud como porcentaje del PBI, llegando al menos al 8%, nivel región, e internalizar que la salud es una inversión, no un gasto. Debemos considerar la calidad y años de vida saludable de los pacientes, tiempo de familiares y cuidadores, ausentismo laboral por enfermedades complejas, tratadas eficientemente en otros países, entre otros temas para darle sostenibilidad a cualquier reforma que se inicie luego de la pandemia.
Fórmulas hay muchas. Como buscar modelos de inversión social con riesgo compartido, donde se brinde la posibilidad de acelerar el acceso a nuevas terapias seguras y eficaces siguiendo los protocolos adecuados a favor de los pacientes peruanos.
Investigaciones Clínicas
La investigación clínica representa un campo en el cual el país puede seguir desarrollándose. Contamos con investigadores calificados y experiencia. Los centros de investigación activos se encuentran bien implementados, aunque por la disminución en el número de ensayos clínicos, algunos están desactivados.
El número de ensayos clínicos a nivel mundial aumentó progresivamente entre 2006 y 2019, con un crecimiento moderado en Latinoamérica. Sin embargo, en Perú, disminuyó en 68%. Dejando al país sin oportunidad de tener una inversión extranjera directa de aproximadamente $ 60 millones anuales. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud (INS), se pasó de 134 ensayos (2009), a solo 43 (2019).
Uno de los retos es hacer que la investigación se convierta en un verdadero campo de trabajo para médicos y científicos. Es necesaria una profesionalización del investigador y el sistema, uniendo esfuerzos academia, sector privado y público.
Los laboratorios miembros de ALAFARPE estamos totalmente comprometidos con aportar en I+D de nuevos medicamentos y vacunas a través de la experiencia única de nuestros asociados en investigación nacional e internacional. Un claro ejemplo es su participación en grandes colaboraciones, los Ensayos Clínicos de “Solidaridad” (OMS), el Acelerador de Terapias de COVID-19, la CoVIg-19 Plasma Alliance, con BARDA (Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico) y CEPI (Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias).
Los desafíos que debemos afrontar son grandes. Hay que estar dispuestos a trabajar juntos público y privado, en esta nueva ruta que hemos trazado, en aras de brindar una mejor calidad de vida dentro de la nueva normalidad que nos toca construir.